Hace unos días se desarrolló en Lima SUMA, la primera Cumbre Internacional de Ingeniería organizada por la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC). Los temas centrales fueron: Ingeniería & innovación, investigación & desarrollo y el ingeniero del siglo XXI. La cita contó con tres expositores internacionales de lujo, entre ellos Fawwaz Habbal, decano de la Facultad de Ingeniería de Harvard, y nueve CEO de empresas líderes del país, como IBM, Belcorp, Exsa, Cisco, Graña y Montero, San Fernando; así como del Ministro de la Producción y la directora de Concytec.
Para Alberto Yépez, director de Trident Capital –un peruano exitoso con experiencia en empresas líderes en tecnología–, antes de crear su empresa de consultoría en el competitivo mercado americano, describe la manera cómo Singapur a pesar de ser una pequeña isla, se ha desarrollado como centro financiero, de comercialización y exportador de petróleo, gracias a que es una potencia en logística, por la innovación desarrollada de la mano de un gobierno proactivo que la definió como política de Estado, y contó con el apoyo estratégico de empresas y universidades. El caso de Canadá es similar en las áreas de agroindustria, energía y tecnología. Más cerca, en Chile se han definido los sectores de minería, agroindustria, acuicultura (salmón) y tecnología. Esta definición estratégica de sectores que deben desarrollarse por sus ventajas competitivas con una fluida coordinación del gobierno, empresas y universidades, lleva el nombre de ecosistema virtuoso, que, al igual que en los casos anteriores, es el modelo actual de desarrollo.
En el caso del Perú son necesarios mayores esfuerzos para incentivar la inversión en innovación, a fin de no seguir como un país del tercer mundo. El logro de tal objetivo depende del aprovechamiento de cinco factores: posición estratégica, geográfica, clima, materia prima y capital humano. “Las empresas deben arriesgar e invertir en tecnología e innovación”, concluyó.
Fawwaz Habbal, de 66 años, natural de Damasco, Siria, emigró a los EEUU en el año 1972, luego de graduarse en matemática. Antes de ser decano de la Facultad de Ingeniería de Harvard, trabajó en investigación y desarrollo de Polaroid participando en los inventos de la cámara digital, así como en las impresiones de alta resolución de la resonancia magnética. Posteriormente llegó a ser el vicepresidente de dicha empresa. Nos comenta que ya en el año 98 él creía que las cámaras llegarían a los teléfonos celulares.
Su visión de la ingeniería es ayudar a pensar en cómo hacer las cosas que sirvan a la humanidad, enseñando o creando productos que hagan la vida de las personas más fáciles, solucionar problemas como la escasez y la contaminación del agua, la polución, etc. Dicha ayuda pasa por varios ámbitos, tales como involucrar tecnología, problemas sociales, políticos. El reto es conseguir personas que trabajen en conjunto en la solución de problemas. Consultado sobre los posibles próximos inventos, él cree que será la habilidad de almacenar la energía que se encuentra a nuestro alrededor, así como entender el clima y el impacto de los humanos.
Actualmente no hay de distancias ni ubicación que limiten el desarrollo. Por ejemplo, Arabia trabaja en nanotecnología, de modo que es imprescindible que se definan los ecosistemas en torno a temas específicos. Sus recomendaciones para la universidad fueron: brindar becas de estudios para los mejores talentos, incentivos a los profesores intelectuales, investigadores, enseñar emprendimiento como parte del currículo, aprender matemática aplicada, entender la ciencia y pensar. Igualmente, desarrollar los parques tecnológicos y de ciencias para que las empresas se alojen allí.
A su turno, Piero Ghezzi, ministro de la Producción, destacó que a la fecha se viene trabajando en implementar 25 Centros de Innovación Tecnológica (CITE) con una inversión de US$300 millones en actividades como forestales, secado de madera en Pucallpa; mejora de la producción de calzados en Trujillo, mejorar la productividad del café y el cacao, en la acuicultura y pesca, textil de camélidos y confecciones, agroindustrias, logística, minería, etc. Finalmente, manifestó que para que el Perú esté a la vanguardia de la región debe invertir el 2.8% de su PBI en innovación; sin embargo, invertimos alrededor del 0.12%, sentenció.
Por su parte, la directora de Concytec destacó el incremento de su presupuesto deUS$5 millones, de hace algunos años, a US$50 millones en la actualidad. Aun así, es un presupuesto exiguo para promover la innovación, investigación y desarrollo, la retención y atracción de profesionales talentosos, investigadores, ya que el país solo cuenta con 2 mil PhD. Además, anunció incentivos tributarios para la inversión en innovación de las empresas previa validación del Concytec.
Los empresarios coincidieron sobre el casi nulo apoyo del gobierno, y manifestaron que las innovaciones que desarrollan son hechos aislados, y por el contrario deben superar una serie de trabas, tampoco cuentan con el apoyo de universidades que no están al nivel de las circunstancias. Del lado de casos exitosos, Belcorp invierte el 20% de sus ventas en innovación de productos, procesos y sistema de comercialización; Exsa está lanzando productos novedosos, gracias a su inventiva se trata de explosivos para la minería a nivel internacional; IBM invita a tomar riesgos, a equivocarse, al error, ya que actualmente se premia la seguridad y ello no permite arriesgar. Por su parte, Graña y Montero desarrolla un trabajo en equipo y coaching con sus 4 mil ingenieros.
En cuanto a los talleres, estuvieron a cargo de jóvenes profesores de UTEC, con alto nivel de preparación y de aplicación práctica en los diversos sectores. Los temas que se desarrollaron fueron: Ingeniería reversa, la robótica en la industria, mecánica computacional en el desarrollo de productos, ingeniería de radiofrecuencia, análisis de textura en imágenes digitales, Green Chemistry en el procesamiento de minerales, ciencia energética y competitividad, UTEC Ventures –que incentiva y apoya nuevos proyectos–, entre otros.
Suma UTEC, dirigido a ejecutivos, empresarios e ingenieros del país, tuvo tal éxito que se implementó una segunda jornada gratuita orientada a rectores, decanos, docentes de ingeniería, con la finalidad de que también cuenten con un espacio interdisciplinario de discusión y nuevos conocimientos. Esta nueva jornada fue iniciada por el ministro de Educación, Jaime Saavedra, quien manifestó al auditorio: “Ustedes tienen un reto muy importante, ya que formarán a los próximos ingenieros del país; por tanto, la responsabilidad que tienen para solucionar los retos del desarrollo del Perú es muy grande. El país necesita ingenieros que trabajen por y para las personas”, concluyó.
Eduardo Hochschild, presidente del directorio de UTEC, anotó que Suma busca ser un espacio de intercambio de experiencias, ideas, reflexión y debate, el mismo que se realizará cada dos años. Con ello, UTEC busca contribuir a la solución de problemas reales del país.
UTEC: la Universidad
Hace 31 años, Luis Hochschild creó el instituto tecnológico Tecsup, formando ingenieros técnicos orientados fundamentalmente a la industria y minería. Luego, empezó a crecer abriendo sedes en Arequipa y Trujillo. Además, implementó una serie de programas de capacitación on line. El nivel de empleabilidad de sus egresados es envidiable, superando el 90%. Son solicitados tanto por empresas locales como internacionales. Con este precedente y de la mano de Eduardo Hochschild (hijo de Luis) nace el proyecto de crear una universidad de ingeniería que busca convertirse en una de las mejores del Perú y, por qué no, del mundo.
UTEC fue creada hace 3 años, pero desde este año funciona en su nuevo local ubicado en la bajada de Armendáriz, en Barranco, construido sobre un terreno de 15 mil metros cuadrados, con un diseño arquitectónico que fue ganador del concurso más importante de arquitectura del mundo, con conceptos de sostenibilidad, integración con el entorno, modernidad y respeto por el medio ambiente. Todo ello dio lugar a un local diseñado con los más modernos parámetros en lo que a educación superior se refiere; un ambiente acogedor y equipado con tecnología de avanzada. Además, está diseñado para resistir terremotos de gran magnitud. La inversión fue de US$100 millones.
«Una universidad de ingeniería es lo más difícil de hacer; es caro», sostiene Hochschild. «Para Derecho basta un auditorio para 100 estudiantes, mientras que para ingeniería hay que implementar cada laboratorio costoso para 10 alumnos. Es claro que no pretendemos ganar dinero, sino formar a los profesionales que ayuden al desarrollo del país», indicó. El directorio de UTEC está conformado por personalidades y líderes del empresariado como: Roque Benavides, Dionisio Romero, Carlos Rodríguez-Pastor, José Graña, Ricardo Rizzo Patrón, Mario Testino, etc.
UTEC ya cuenta con alianzas con el prestigioso Instituto Tecnológico de Masachusets MIT, que está tomando como su campus para captar estudiantes de América Latina. «Con Harvard tenemos intercambio de docentes y estamos realizando investigaciones; con Purdue University mantenemos convenio para doble titulación; la Universidad del Pacífico nos apoya en los cursos de economía y derecho, y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya en cursos de humanidades. También convenios diversos con University of New México, Comision Fulbright, Pen State University, Colorado School of Mines, Museo de Arte Contemporáneo, etc. El MIT ya nos está enviando estudiantes de Chile que se capacitan aquí, luego pasarán a Boston; pero el flujo de conocimiento se desarrolla y queda aquí», Manifestó Hochschild
La plana docente está a cargo de profesionales jóvenes de primer nivel, muchos de ellos peruanos repatriados de universidades de EE.UU., Europa, Brasil, etc., con doctorados o en proceso. Actualmente cuenta con unos mil estudiantes en sus cinco carreras.
La intención es atraer a los estudiantes más talentosos al margen de su condición económica. Para ello han visitado el Colegio Mayor, los de Fe y Alegría, colegios de la sierra y la selva con el fin de escoger a los mejores y luego becarlos o darles crédito para su formación. Si un egresado de Tecsup puede ganar un sueldo de US$2,000, los ingenieros que egresen de UTEC, proyectan, podrían ganar US$10,000 de sueldo.
Soluciones reales a problemas reales
Actualmente, UTEC ya cuenta con una serie de proyectos que canalizan y potencian el ingenio de sus estudiantes en cada uno de sus programas de ingeniería, gracias a su enfoque holístico en la enseñanza, que integra ciencia, tecnología, arte y humanidades.
En Rayampampa, un lejano villorrio de Tarma a 3,350 msnm, donde el friaje es intenso, los estudiantes de UTEC con el apoyo de sus docentes, luego de realizar una serie de estudios y pruebas de laboratorio obtuvieron el aislante térmico con ichu –fibra popular y abundante en la zona–. A manera de telar, es colocado con una malla debajo del techo de calamina o teja como una bóveda. Esta iniciativa contó con el apoyo del MIT, y ha sido implementada en el colegio del centro poblado y la tecnología está disponible para su aplicación en todo el Perú altoandino.
La comunidad nativa Nuevo Saposoa, a cinco horas de Pucallpa, al igual que miles de comunidades de la selva, no cuenta con luz eléctrica. Aquí los investigadores estudiaron las características del suelo, el agua que usan, la humedad y, finalmente, una planta común de la zona con características especiales de raíz y de sombra. “La Plantalámpara” funciona con base en la energía almacenada que contiene la tierra producto de los nutrientes y/o microorganismos que liberan las plantas, un macetero con un sistema generador de energía, tarjeta y conectadores, y un led que puede proporcionar luz limpia cada noche por espacio de 3 a 4 horas. Otra tecnología disponible para ser replicada.
Así como estos, hay otros proyectos ejecutados y en proceso, tales como el filtro de agua para comunidades sin agua potable, el diseño de plantas fotovoltaicas que brinden energía a distritos donde es muy difícil llegar a la red de energía eléctrica, y la obtención de biodiésel a partir de aceite usado en frituras, lo cual dará uso y valor agregado a este residuo, que es uno de los mayores contaminantes del agua.
Otra labor importante de esta universidad está en colaborar y hacer alianzas con las facultades de ingeniería de las diversas universidades del país. Sin duda UTEC en tan solo 3 años ha avanzado y viene contribuyendo como ninguna otra institución, se trata de un importante aporte sin precedentes del empresariado que con muy buena visión a tomado el riesgo de invertir en formar ingenieros con formación de primer nivel y estamos seguros que llegaran muy lejos.