Cuando todo indicaba que la Pontificia Universidad Católica del Perú arribaría a un acuerdo con la Iglesia católica, el Rectorado de dicha casa de estudios informó hace una semana que se había suscitado un impasse referido a la Junta Administradora de la herencia de Riva Agüero. Ello impidió alcanzar un acuerdo final con el Arzobispado.
Al respecto, la Federación de Estudiantes de la Católica calificó de “poco serio” el señalar que “había un acuerdo, cuando el tema todavía estaba en la mesa de negociaciones” y acordó formar una comisión que analizará la propuesta de acuerdo que trabajan autoridades de esa casa de estudios y la Iglesia. Insistieron, mediante un comunicado, en que las verdaderas intenciones de las autoridades eclesiásticas siguen siendo los bienes que le dejó José de la Riva Agüero a la PUCP.
No obstante, el cardenal Juan Luis Cipriani negó interés por parte de la Iglesia, con respecto a los bienes de la universidad y manifestó que espera que esta casa de estudios encuentre su identidad católica y acepte los planteamientos del Vaticano. Asimismo, en declaraciones polémicas, dejó entrever que quienes pertenezcan a dicho centro de estudios y tengan una forma de pensar distinta a las normas de la Iglesia deberán buscarse otra universidad.
En tanto, en respuesta al pedido que hiciera el rector de la PUCP, Dr. Marcial Rubio, a la Santa Sede para ampliar el plazo de adecuación a los estatutos de la Ex Corde Ecclesiae, el cual venció el 8 de abril, el arzobispo de Lima informó que el Vaticano decidió prolongar la fecha límite para ello. Ello fue debido a que el rector de la PUCP ya terminó la propuesta que se debe presentar a Roma. Sin embargo, se supo luego que el rector de la PUCP, Marcial Rubio, envió una carta al Nuncio Apostólico del Vaticano en el Perú para informarle que a la fecha no hay un acuerdo sobre la solución integral de los problemas existentes entre su institución y el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani. Este pronunciamiento se dio en el marco de una entrevista que concedió el cardenal a un medio local, en el cual deja en claro dos puntos importantes que comprometen el desarrollo del diálogo.
Marcial Rubio dio a conocer que el planteamiento de la Iglesia le daba pleno control sobre los bienes de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), lo que no se podía aceptar, dijo. Por su parte, la Federación de Estudiantes culpó al Arzobispado de Lima por la ruptura del diálogo con el Rectorado.
Así, al no llegarse a un acuerdo entre el Arzobispado de Lima y la PUCP sobre la administración de los bienes legados por José de la Riva-Agüero todo indica que esta casa de estudios estaría a punto de perder los títulos de “Pontificia” y “Católica”. Según una fuente eclesiástica, las autoridades universitarias le temen a “la rendición de cuentas del manejo de los bienes”, mientras que los representantes de la universidad sostienen que la solución del conflicto abarca tanto la no modificación de los estatutos y el cese de los juicios por la administración de la referida herencia.
Cabe anotar que una reciente encuesta de IMA reveló que el 56.3% de limeños está en desacuerdo con que la PUCP deje de llamarse Pontificia y Católica. Otra encuesta de la empresa GFK (Growth from Knowledge), aparecida el 2 de abril en el diario La República mostraba que un 69% de limeños respaldaba la posición de la Universidad Católica y sólo el 21% apoyaba la posición de la iglesia.