Actualmente el 40% de los egresados de las universidades trabaja en una actividad de baja calificación que no requiere título universitario y para la cual están sobreeducados, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares del 2012. Lo peor es que el 27% de dichos egresados está subpagado en comparación con egresados que realizan labores profesionales.

Este reciente estudio fue desarrollado por el Centro de Investigación de la Universidad Pacífico con el título “¿Una promesa incumplida? La calidad de la educación superior universitaria y el subempleo profesional en el Perú”, publicado en el diario El Comercio el 6 de agosto.

Explica que la creciente tendencia de subempleo habría crecido de 30% a 40% en los últimos 10 años debido, fundamentalmente, a la expansión de universidades de menor calidad promedio. Precisa que si el crecimiento económico no hubiera sido del 6% como ha ocurrido, el porcentaje de subempleo se hubiera disparado hasta el 50%.

Entre el año 1995 y 2013, el número de universidades en el Perú pasó de 55 a 140, siendo el 80% de ellas universidades privadas, gracias a la flexibilización e incentivos de la inversión que se dio a través del Decreto Legislativo 882. Dicho estudio revela, asimismo, que el 76% de universidades creadas a partir de 1995 sería de menor calidad que aquellas creadas en los años anteriores.

Empleo adecuado

El estudio precisa que las universidades nuevas además de ofrecer una educación de baja calidad, estaría generalmente desligada de las demandas reales del mercado laboral, de tal modo que los egresados de Educación e Ingeniería en promedio han tenido un mayor crecimiento en sus tasas de subempleo y los profesionales de Derecho e Ingeniería serían los más subpagados. Los sectores de Construcción y Comercio son los sectores donde se encuentran la mayor tasa de subempleados. Así, podemos encontrar a muchos ingenieros desempeñándose como jefes de obras, o administradores como vendedores, cuando se requerirían de técnicos para desempeñar dichos cargos adecuadamente.

Esta situación de subempleo afecta principalmente a jóvenes de clase media emergente, quienes se inscriben en dichas universidades.

El estudio sugiere tomar acciones inmediatas para corregir esta situación:

• Crear un sistema de aseguramiento de estándares básicos de la calidad de la oferta de estudios. Esto se estaría enfrentando con la aprobación de la nueva Ley Universitaria.
• Es imprescindible que la oferta educativa esté asociada a la demanda del mercado laboral. Para enfrentar este tema, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Trabajo en alianza con IPAE vienen trabajando para poner a disposición de la sociedad información acerca del retorno de la educación de acuerdo con el tipo de educación superior recibida, recurriendo para ello a la información de planilla electrónica que se llena para la Sunat.

Sin embargo, uno de los temas fundamentales es que los padres de familia y la sociedad comprendan que no necesariamente un título universitario es lo más recomendable frente a las opciones de la educación técnica. Reiterados estudios han demostrado que el mercado laboral requiere fundamentalmente de técnicos calificados, por lo que podríamos concluir con claridad que es preferible asistir a un instituto de alta calidad que a una universidad de baja calidad.