Resultado del mes de marzo
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Lima del mes de marzo fue similar al registrado en el año 1998, cuando se presentó el fenómeno de El Niño en el Perú; si bien este año también nuestro país registró una anomalía climática, la incidencia de la carestía de alimentos y, por ende, la inflación fue bastante menor. Lo que sorprendió es que la mayor incidencia se debió al incremento en educación; es decir, los costos de enseñanza en colegios, universidades e institutos.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) a nivel nacional en el mes de marzo de este año aumentó en 1.27%, ubicándose como el más alto en los últimos 19 años. Este incremento se vio reflejado por las alzas básicamente en dos rubros: educación (3.74%) y alimentos y bebidas no alcohólicas (2.85%).
Al ser marzo el inicio del año escolar, las familias deben realizar el primer pago de pensiones, anunciado al final del año anterior; por ello se nota el impacto de alzas de pensiones junto con los gastos en útiles y textos escolares. Por otro lado, también coincide con el inicio de clases en universidades e institutos. De tal modo que el incremento es estacional, ya que en el caso de los colegios, estos no pueden realizar incremento de pensiones en otros meses y se mantendrán a ese nivel durante todo el año, mientras que los otros rubros como alimentos, transportes, construcción, etc. suben y bajan todo el año de acuerdo con las condiciones específicas de cada producto o servicio como abastecimiento, demanda, abundancia y temporada, que son parte del libre mercado.
Si comparamos la inflación de marzo de los últimos cinco años, que es cuando impacta el incremento de costo en educación, se observa que en lo que va del 2017 si bien es la más alta, no es mucho más que en los años anteriores; sin embargo, el impacto en la inflación mensual sí es bastante mayor que en los últimos tiempos.
Analizando las razones de este mayor impacto de la educación en la canasta familiar, hay que recordar que la educación privada ha tenido un crecimiento sin precedentes tanto a nivel de la Educación Básica Regular –que comprende la educación inicial, primaria y secundaria– como en la educación superior representada por las universidades, institutos y escuelas superiores.
En cuanto a la educación básica, por ejemplo, aproximadamente el 30% de los 8,5 millones de estudiantes asiste a un colegio privado; en el caso de Lima incluso es cercano al 50%, donde, según nuestra propia investigación, 6 de cada 10 colegios subieron sus pensiones en 6% en promedio. En el caso de la educación inicial, la participación de instituciones privadas es mayor.
En cuanto a la educación superior, de las 140 universidades que existen en el país, 89 son privadas y 51 públicas; juntas suman aproximadamente un millón de estudiante y el 70% de ellos asiste a una universidad privada. Aquí también se han registrado importantes alzas de pensiones, donde una cuota de las más altas puede llegar a los S/ 5000 mensuales. En el caso de los estudiantes de institutos ocurre algo similar, con una población de unos 400 mil estudiantes.
Esta situación hace que cada vez más las familias tengan a sus hijos estudiando en instituciones privadas, un tema que complica la canasta familiar pues lo óptimo es invertir en este rubro no más del 30% de los ingresos familiares; sin embargo, la situación actual ha empujado a que muchas familias inviertan más del 50% de sus ingresos en este rubro, lo cual resulta preocupante.
De aquí la importancia de mejorar la calidad de la educación pública para evitar que siga el crecimiento de la educación privada, que en muchos casos es de buena calidad pero de costos altísimos, que terminan acentuando la brecha de las diferencias sociales.