El sentido de comunidad en esta institución educativa se orienta no solo a dar una buena formación académica, sino también en valores, imbuidos en el amor a Dios, la Virgen María y el prójimo. Por eso, todos aquellos que han pasado por sus aulas han experimentado lo que es compartir y trabajar en equipo, cultivar amistades y ser, a su vez, independientes y responsables. Los testimonios que ofrecemos a continuación dan fe de ello.
Sebastián Carlín Nolte – Alumno de la Prom. XLIX 2016
Hace 12 años que estudio en el Colegio Pío XII y sé que puedo decir que es mi segundo hogar, no solo por la cantidad de años que llevo aquí, sino por la gran calidad de enseñanza tanto académica como moral que me han brindado cada día.
Un colegio de calidad se caracteriza por presentar profesores muy capacitados, y eso lo descubrí aquí; cada uno de los profesores que han pasado por mi vida escolar han sido para mí los mejores, no solo académicamente sino también porque han estado ahí para apoyarme en todo, sin importar la situación.
Ya en secundaria, el colegio me enseñó a ser independiente, responsable y saber que todo tiene su tiempo y su lugar; me enseñó que siempre tenemos que acatar las normas, y, si no estamos de acuerdo, podemos opinar pero siempre con mucho respeto.
Una cosa que me gusta del colegio es la formación en el ámbito artístico, cuentan con distintos talleres para que te desenvuelvas en lo que haces mejor; siempre me gustó bailar y pintar y gracias al colegio tuve la oportunidad de bailar en varias presentaciones, así como pintar.
Ahora que estoy en mi último año, recuerdo cada una de las experiencias vividas en estos 12 años; la nostalgia me invade y quisiera poder regresar el tiempo, para poder revivir esta hermosa experiencia.
Con todas las vivencias, actuaciones y correcciones, puedo decir con toda seguridad: No pude haber pedido mejor colegio que el Pío XII.
Paquita Castro Tellería Exalumna – V Promoción
Ingresé al Colegio Pío XII cuando tenía cuatro años y descubrí un mundo grande y diferente para mi corta edad. Un mundo donde no solo me enseñaron asignaturas, aprendí que la vida es más bonita cuando compartes, trabajas en equipo, sabes cultivar amistades y muchos valores más que fueron fundamentales en mi vida.
Sí, nos enseñaron a compartir, a pensar en los demás y ayudar, porque no todos los niños tenían lo mismo que nosotros, desarrollando una vocación de servicio que tanto necesita este mundo. A construir sueños ladrillo a ladrillo, invirtiendo cada sol de propina que nos daban y que sirvieron para tener un colegio que ya se proyectaba a ser grande. A trabajar en equipo construyendo un biohuerto, cuando el concepto del medioambiente no era tan conocido y necesario. Entre rabanitos, lechugas y sandías aprendimos que si sembramos, luego de un tiempo podemos cosechar y disfrutar de los frutos del esfuerzo.
A tener a tu lado personas que luego de muchos años están en las buenas, pero más que nada en las malas, apuntalándote con un sentimiento tan grande como es la amistad.
Hace 44 años que egresé del colegio y tengo que agradecer mucho. A mi mami por decidir mi futuro con inteligencia, a mis profesores por cultivar mi intelecto, y a nuestras religiosas, las Misioneras Eucarísticas de la Santísima Trinidad, por tanta dedicación. Hoy puedo decir que en mi recorrer por la vida, disfruto día a día lo alcanzado y aprendido en el Pío XII.
Familia Talla Alcázar Padres de familia
Nos sentimos muy contentos de que nuestros dos hijos estudien en el Colegio Pío XII y consideramos que hicimos una muy buena elección, pues Pío XII no es solo un colegio, es una comunidad donde las religiosas, el cuerpo docente, el personal administrativo y de servicio actúan para dar a nuestros hijos una buena formación en un ambiente apropiado y con las condiciones necesarias para hacer de su paso por el colegio, una experiencia más que satisfactoria.
Como familia, nos identificamos con el proyecto educativo enmarcado en el lema Ciencia y Pureza, pues combina la aspiración de una formación académica y el refuerzo de una base de valores que, somos conscientes, se inician en el hogar, pero se refuerzan en el Colegio, donde nuestros hijos pasan una parte importante de su vida.
En el tiempo que llevamos formando parte de esta comunidad, hemos sido testigos directos del énfasis que se da en el colegio para formar ciudadanos con conciencia crítica, ávidos receptores de conocimientos, pero imbuidos en el amor a Dios, nuestra madre la Virgen María y al prójimo. Es así que vemos como día a día nuestros hijos se esfuerzan por aprender y desarrollar nuevas habilidades y también la satisfacción que tienen por conseguir los objetivos que se van forjando desde pequeños.
Todavía nos quedan varios años por delante, pero sentimos la tranquilidad de pertenecer a una institución con una historia de 60 años, pero que mantiene en el tiempo su esencia y objetivos.