Seguridad emocional en centros educativos

Impacto positivo y gestión de riesgos

Las instituciones educativas promueven constantemente la convivencia en un clima armonioso basado en el respeto, para lo cual es fundamental establecer políticas de prevención del bullyng orientadas al control de las emociones, a fin de evitar una escalada de violencia. Además, deben enfrentar amenazas y extorsiones en un entorno de inseguridad que afecta también a los estudiantes.

Un reto permanente para los colegios es propiciar un clima armonioso en el aula, como base para la formación y el proceso de enseñanza aprendizaje; sin embargo, los problemas de convivencia persisten y muchas veces estos conflictos entre estudiantes escalan a situaciones de bullying. Este tipo de acoso puede tener consecuencias graves, tanto para las víctimas como para los agresores. Por ello, es fundamental que las instituciones adopten políticas claras y efectivas para prevenir y tratar el bullying, promoviendo un entorno seguro y respetuoso para todos los estudiantes.

El bullying es el acoso escolar definido como maltrato a un compañero en forma reiterada sea verbal, física o psicológicamente, causando daño emocional. El ciberacoso puede ser una variante, usando las redes sociales como Facebook, X (Twitter), Tuenti, Instagram, WhatsApp, etc., con el mismo daño a la víctima.  Pero también tenemos la violencia de género, ejercida contra las mujeres, y en los últimos años se ha registrado un nuevo caso de violencia: xenofobia y bullying contra extranjeros. Estos actos impactan negativamente en el bienestar social, físico y/o psicológico de estos grupos. Por otro lado, y en casos puntuales, se han registrado actos de vandalismo, hurtos y bandas juveniles.

Si se considera que la salud emocional en el colegio es muy importante para el desarrollo integral de los estudiantes, pues les permite sentirse seguros, el colegio debe implementar estrategias como crear relaciones de apoyo con tutores y estudiantes, fomentar el compañerismo, promover la empatía, desarrollar la autoestima y propiciar la educación emocional, a fin de que los estudiantes expresen sus emociones y se establezcan límites. De existir un real problema de acoso, se debe recurrir a profesionales especializados.

No obstante, tal como lo comenta el educador León Trahtemberg, en su artículo “La trampa del bullying”, al usar el término bullying de manera generalizada para cualquier episodio de conflicto entre alumnos, se puede distorsionar el tema, por lo que antes de encontrar culpables, hay que solucionar el conflicto de forma equilibrada, investigando el caso, para no incurrir en sanciones precipitadas que erosionan la confianza, y se pierda así la oportunidad de encontrar una reconciliación.

El Minedu, en su afán de resolver los problemas de bullying, creó su portal Síseve, donde se registran las denuncias; sin embargo, su efecto en muchos casos resulta contrario. Debido a que al portal llegan denuncias que no necesariamente son casos de bullying, los conflictos escalan hasta judicializarse; de este modo, generan temor en docentes y autoridades de colegios, quienes preferirán no involucrarse, causando exactamente el efecto contrario al deseado. Por este motivo, diversos colectivos han solicitado su desactivación y buscan nuevos mecanismos de solución.

El entorno de inseguridad

De acuerdo con un informe publicado por el diario El Comercio, el 4 de noviembre del 2024, titulado “Situación crítica en el país: colegios pagan entre S/10 mil y S/20 mil a extorsionadores como cupo”, según el cual más de 200 colegios han sido extorsionados; ellos habrían recibido mensajes por WhatsApp, cartas con fotos de granadas o armas para amedrentarlos. La Asociación de Colegios Privados de Lima (Acopril) reveló que varios colegios estarían pagando cupos de S/ 5000, S/ 10,000 e, incluso, hasta S/ 20,000. También advierten que una vez que cumplen con los pagos les aumentan los montos. Como ha ocurrido en otros sectores, es probable que haya muchos más casos, pero no suelen hacer las denuncias.

La mayoría de casos denunciados han ocurrido en Trujillo en los distritos de La Esperanza y El Porvenir, y en Lima en San Juan de Lurigancho, Ate y la zona de Lima Norte. Se trata de zonas periféricas, donde no hay o hay poca presencia policial y serenos; muchos colegios se ven en la necesidad de contratar más vigilantes para cubrir las puertas de ingreso y salida de estudiantes, así como de las zonas periféricas, incurriendo en sobrecostos.

Esta situación ha generado que algunas instituciones, sobre todo en el caso de nidos, se muden de distrito, o cierren sus locales y se dediquen a otras actividades. Además, la inseguridad no solo afecta a las instituciones educativas, ya que los casos de secuestro se han orientado a estudiantes, motivo por el que los padres de familia ahora acompañan a sus hijos tanto al ingreso como a la salida de clases, descuidando su trabajo u otras actividades.

Ante esta situación, cobra gran importancia y actualidad el artículo de César Ortiz, presidente de Aprosec, quien hace recomendaciones puntuales para los padres de familia, conductores de movilidad escolar, centros educativos y para las autoridades. El artículo “Seguridad escolar: tips y recomendaciones para minimizar riesgos” puede consultarse en nuestro portal www.educacionalfuturo.com

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