Algunos tips para elegir con criterio
Toda familia cultiva valores, impulsados por los padres, que inciden en la idea que tienen de un buen colegio, pues este hará, durante muchos años, de segundo hogar para sus hijos. Por ello, es importante observar cuáles son las mayores habilidades de estos, sus fortalezas e intereses, para así tomar una correcta decisión sobre su pronto destino educativo y elegir lo más conveniente para ellos.
Son muchos los factores que se toman en cuenta a la hora de elegir un colegio para nuestros hijos: los valores que promueve, el proyecto educativo, el personal docente y administrativo que lo integra, los costos, la enseñanza personalizada, etc. Sin embargo, lo primero que hay que hacer es definir cuáles son los valores más importantes de la familia, aquellos que, como padres, no estamos dispuestos a renunciar.
Estos valores no son homogéneos, cada familia otorga particular importancia a determinados temas. Lo que es bueno para unos padres, no necesariamente lo es para otros. Lo ideal es encontrar un justo equilibrio, un colegio que no sólo colme nuestras expectativas como padres de familia sino que también pueda ser un segundo hogar para nuestros hijos. Otro aspecto no menor es observar y conocer sobre las habilidades, fortalezas e intereses de nuestro niño a fin de buscar la institución más acorde con ello, ahora que la oferta educativa es cada vez más especializada. He aquí algunos consejos que pueden ser de ayuda.
La entrevista: Es importante tener en cuenta quién recibe a los padres cuando llegan a la entrevista, pues uno debe conocer, escuchar y evaluar a quien lidera. El tiempo de la entrevista también cuenta, y debe ser el suficiente como para que los padres de familia aclaren todas sus dudas.
Los valores: Cada colegio tiene un ideario, compuesto de valores que promueve y que definen su concepción del hombre y de la educación en general. Luego, es fundamental saber si los valores que maneja la familia son concordantes con los de la institución que estamos visitando.
Proyecto educativo: Un proyecto educativo supone un desarrollo del perfil del alumno. Incluyen la enseñanza de idiomas, la realización de actividades especiales, el apoyo a alumnos con bajo rendimiento, visitas educativas, viajes de estudios, etc. La mayor parte de los colegios especifican en un documento los alcances de su propuesta educativa.
Equipo a cargo: En todo proyecto educativo, los recursos humanos con los que se cuentan para realizarlo son fundamentales, empezando por el equipo directivo y docente. Es por ello importante averiguar cuál es la formación que tienen los docentes, el criterio empleado para su selección y cuán alta es la rotación laboral.
Costos: Para muchos padres, es el factor más importante. El gasto anual se compone fundamentalmente de la matrícula y de las cuotas mensuales o pensiones. Hay que preguntar qué incluyen estos pagos y por cuáles conceptos hay que hacer desembolsos adicionales. Si se trata de comparar, es mejor anualizarlos, ya que algunos colegios cobran 9 mensualidades, otros 10 u 11; muchos cobran matrícula, que puede equivaler a una mensualidad o menos. Así mismo, algunos colegios incluyen en estos costos los libros y útiles, mientras que otros entregan listas para que los padres los compren. Solo así se podrá efectuar una comparación cabal de costos. Es recomendable que los costos de pensiones no excedan el 25% de los ingresos familiares, a fin de no entrar en zozobra en épocas de vacas flacas; o de sacrificar los paseos, diversión y viajes, que ayudan al crecimiento de los niños.
Enseñanza personalizada: Lo recomendable es que, en ningún caso, exceda de 30 alumnos por aula. Por lo general, no supera los 15 estudiantes. La ventaja de este sistema es la atención dedicada que puede brindar el profesor a cada alumno; la desventaja es que el costo por concepto de mensualidad aumenta. Si un colegio ofrece educación personalizada hay que verificar el número de alumnos por aula. En el ranking de costos de la presente edición, se ha incluido la cantidad promedio de estudiantes por aula tanto en el caso de nidos como en el de colegios.
Compromiso de los padres: Es recomendable averiguar las frecuencias de las reuniones de padres, la posibilidad de pedir entrevistas con docentes o directivos, y el contacto, en general, de los padres con el colegio. También es importante indagar sobre si hay escuelas de padres, encuentros o reuniones.
Acceso a informaciones: Actualmente, muchos colegios hacen uso de la intranet para establecer un contacto mucho más cercano con los padres, donde estos pueden monitorear día a día el progreso de sus hijos. Este recurso complementa notablemente al tradicional cuaderno de comunicaciones.
Horarios y disciplina: Aparte de la hora de entrada y salida, la cantidad de horas dictadas y los respectivos descansos, los horarios incluyen las tareas previstas o las actividades que se desarrollan fuera del tiempo habitual. Por ello, es recomendable hacer una visita al colegio en horas de clase y observar si los niños están contentos, motivados y si trabajan en orden.
Infraestructura: La infraestructura hace referencia al espacio físico y sus instalaciones. Es recomendable observar el edificio y sus dimensiones, las aulas, el equipamiento, orden y limpieza, las áreas de recreación y las áreas verdes. Asimismo, debe constatar la seguridad interna (escaleras, ascensores, etc.) y la externa (vigilancia).
Un vistazo: A pesar de lo dicho, siempre será mejor caminar por el lugar una y otra vez. La intuición de padres es fundamental para detectar un buen ambiente o una tensión inesperada. Las instalaciones hablan mucho de un centro educativo. Observe si se puede percibir la presencia de los alumnos en las aulas fuera del horario de clases.
Admisión: Este aspecto alude a las condiciones de ingreso. Es bueno tener muy claro el circuito de admisión y las pautas de ingreso a la institución, como por ejemplo los exámenes de nivel, las entrevistas con la psicóloga, etc. Asimismo, es recomendable barajar tres o cuatro opciones a distintos colegios.
Referencias: Las referencias son acaso el medio más fiable para indagar sobre la calidad de un centro educativo, pues nos permite elaborar una primera lista de colegios que podríamos considerar. Pregunte a sus familiares o a sus amigos con hijos y averigüe sobre la experiencia que han tenido con diferentes colegios y por qué están o no satisfechos.
Cercanía: Ahora que Lima y otras ciudades han crecido tanto, además de tener un sistema de tránsito caótico, es bueno considerar el tiempo de viaje que se requerirá para llegar al colegio, sabiendo que asistirán por muchos años. Es preferible un colegio cerca, a fin de que los niños no tengan que madrugar y pasar mucho tiempo en la movilidad, lo que conlleva riesgo y sobrecostos.
Recomendaciones finales
Existen colegios con amplia y variada propuesta de actividades extracurriculares, tales como música, arte y deportes, que es lo óptimo, aunque muchas veces puedan ser costosas. En la práctica, hay colegios grandes, como los parroquiales, con buena infraestructura, campos deportivos, pero con más de 30 alumnos por aula; mientras que hay otros con menos de 20 estudiantes por aula y que pueden destacar en idiomas, educación artística o música, o tienen un nivel de exigencia alto. Ante esto, los padres deben optar según sus intereses y decidir cuál de ellos le conviene más al niño.
Si busca referencias de padres de familia -por ejemplo, en redes sociales- es preferible hacer preguntas cerradas; evitar preguntas como cuál colegio es mejor entre dos o tres opciones, ya que cada padre defenderá su decisión por el colegio donde estudia su hijo, generando una discusión estéril que, lejos de ayudar, confunde. Procure consultar sobre temas concretos, como qué es lo que más le gusta del colegio, el nivel de exigencia, cómo manejan las tareas, actividades extracurriculares, o un dato o duda puntual.
Es muy importante conocer y evaluar a nuestro niño y saber si se podrá manejar bien en un colegio exigente, competitivo o con muchos alumnos; si es disperso, un error de este tipo nos llevará a tener que contratarle permanentemente profesores particulares que le estén apoyando, con lo cual tendrá menos tiempo para el ocio, juego o cualquier actividad extra que desee realizar, además de efectuar mayores gastos, afectando su autoestima, ante lo cual hay que tomar la decisión de cambiar de colegio con todo lo que ello implica en lo emocional y económico.