¿Avance o reto pendiente?
El lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 marcó un hito en la educación, redefiniendo las posibilidades del aprendizaje apoyado en tecnologías de vanguardia. En un contexto donde las habilidades digitales son esenciales, las instituciones educativas, tanto públicas como privadas, se enfrentan a un desafío crucial: integrar herramientas de inteligencia artificial (IA) en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Transcurridos más de dos años desde este evento, surge una pregunta relevante: ¿hasta qué punto los colegios y docentes han logrado avanzar en esta tarea?
Luis Dávila B. / Ceo de PleStation. Profesor PUCP. Asesor TIC Fundación Ser Maestro.
La transformación educativa a través de la IA generativa
La IA generativa, como ChatGPT, Gemini y Claude, entre otras herramientas similares, tiene un potencial inmenso para transformar la educación. Estas tecnologías no solo ofrecen la posibilidad de personalizar el aprendizaje adaptándose al ritmo y estilo de cada estudiante, sino que también permiten una retroalimentación inmediata y la generación de recursos educativos en cuestión de segundos. La IA generativa también tiene el potencial de transformar la forma en que los docentes planifican y ejecutan sus clases. Por ejemplo, las herramientas de IA pueden automatizar tareas repetitivas, como la calificación de evaluaciones, y liberar tiempo para que los docentes se concentren en actividades pedagógicas de mayor valor. Además, estas tecnologías pueden ayudar a los estudiantes a acceder a contenidos personalizados que les permitan superar sus debilidades académicas y fortalecer sus habilidades.
Sin embargo, este potencial transformador se ve limitado por la desigualdad en el acceso a la tecnología. En muchas zonas rurales y alejadas, donde no se cuenta con una conexión a internet adecuada, las ventajas de la IA se convierten en una promesa lejana. La falta de infraestructura tecnológica no solo dificulta la implementación de estas herramientas, sino que también corre el riesgo de ampliar la brecha digital, prolongando las desigualdades educativas de zonas urbanas y rurales.
Para garantizar que la IA cumpla su misión de transformar la educación de manera equitativa, es fundamental que las estrategias de integración prioricen la inclusión. En este marco, la Ley N.º 31814, promulgada en 2023, representa un avance normativo importante. Esta ley tiene como objetivo promover el uso de la inteligencia artificial en el desarrollo económico y social del país, incluyendo el ámbito educativo, mediante principios como la ética, la sostenibilidad y la transparencia en su aplicación. Sin embargo, la implementación de esta ley avanza de manera gradual, destacándose iniciativas como el proyecto del reglamento que detalla lineamientos clave para fomentar la alfabetización digital, la formación docente en competencias relacionadas con la IA y el desarrollo de infraestructura tecnológica.
El reglamento propuesto enfatiza la importancia de la educación inclusiva y el uso de la IA para reducir desigualdades, pero aún enfrenta desafíos en su ejecución efectiva. Las acciones concretas, como la creación de un entorno normativo claro y accesible, la expansión de la conectividad en zonas rurales y la promoción de programas de capacitación, son fundamentales para que la IA se convierta en una herramienta democratizadora.
¿Cómo vienen capacitándose los docentes para enfrentar los desafíos de la inteligencia artificial?
El Ministerio de Educación (Minedu) ha reconocido la importancia de preparar a los docentes para estos nuevos desafíos tecnológicos. Las direcciones DITE y DIFODS, a través de las plataformas de PerúEduca y SIFODS, vienen ofreciendo cursos y webinares gratuitos sobre inteligencia artificial, enfocados en desarrollar competencias digitales. Estos espacios han permitido que tanto docentes de instituciones educativas públicas como privadas puedan adquirir conocimientos esenciales sobre el uso de herramientas de IA.
Por otro lado, universidades como la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) también han implementado programas formativos orientados al desarrollo de competencias digitales en IA. Dichos programas no solo mejoran la práctica pedagógica, sino que también han promovido escenarios de aprendizaje para la integración de las herramientas de inteligencia artificial generativa con metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos (ABP), Design thinking, Flipped learning, y el enfoque STEAM. Sin embargo, este potencial transformador se ve limitado por la desigualdad en el acceso a la tecnología. En muchas zonas rurales y alejadas, donde no se cuenta con una conexión a internet adecuada, las ventajas de la IA se convierten en una promesa lejana.
Preocupaciones y temores de los docentes
Desde mi experiencia como formador en inteligencia artificial, he tenido la oportunidad de brindar capacitaciones a docentes en diversos talleres, conferencias, seminarios, cursos y diplomados que imparto en la PUCP, Fundación Ser Maestro, Eduseminars de México, y desde mi escuela de IA Educativa Ple Station. Durante estas sesiones, he escuchado comentarios como “la moda de la IA ya va a pasar”, “mis estudiantes ya no van a pensar por sí mismos”, “no tengo tiempo para aprender cosas tan complicadas, ya me queda poco tiempo para jubilarme”, “esto nos va a quitar el trabajo a los profesores”, “es una distracción más para los alumnos” y “no creo que funcione en mi colegio”, lo que refleja tanto incertidumbre como desconocimiento sobre su verdadero potencial. He identificado que uno de los mayores desafíos que enfrentan los docentes es el temor a la complejidad tecnológica, una preocupación generalizada sobre la dependencia tecnológica y la posibilidad de que los estudiantes pierdan habilidades críticas como el pensamiento crítico y la resolución de problemas de manera autónoma. Además, muchos perciben que la IA podría reemplazar su rol en el aula, lo que genera una resistencia inicial a su adopción. Estas inquietudes, combinadas con la falta de familiaridad con herramientas digitales avanzadas, suelen dificultar la incorporación efectiva de la IA en sus prácticas pedagógicas.
Por ello, considero que no basta con ofrecer una formación técnica adecuada. Es fundamental que los docentes diseñen su propio Plan Digital, un itinerario personalizado de desarrollo de competencias digitales que parta de un autodiagnóstico reflexivo sobre su conocimiento y uso de las tecnologías digitales. Este proceso permite identificar áreas de mejora y trazar objetivos claros que se alineen con su contexto educativo. Además, es esencial un acompañamiento pedagógico (presencial o virtual) que guíe a los docentes en la integración efectiva de la IA en sus prácticas pedagógicas.
Este acompañamiento debe enfocarse en mostrar de manera práctica cómo estas herramientas pueden complementar y potenciar su labor, facilitando la personalización del aprendizaje y el diseño de experiencias más significativas para los estudiantes. Así, no solo se fomenta una mayor confianza en el uso de la tecnología, sino que también se promueve una transformación pedagógica que beneficie a toda la comunidad educativa.
La IA como aliada del docente, no como sustituto
Ante la frase que escucho frecuentemente: “La IA nos va a quitar el trabajo a los profesores”, es fundamental aclarar que la inteligencia artificial no busca reemplazar a los docentes, sino potenciarlos. Contar con un acompañamiento pedagógico a través de agentes de IA en el proceso de gestión de aula no solo enriquece el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que también redefine el rol del docente, permitiéndole concentrarse en tareas de mayor valor pedagógico y estratégico. Estas herramientas ofrecen ventajas como el aprendizaje personalizado, donde plataformas como NotebookLM adaptan las explicaciones a las necesidades específicas de cada estudiante, y la eficiencia en la evaluación, al generar análisis y reportes en tiempo real que favorecen intervenciones pedagógicas oportunas. Además, facilitan la creación de recursos educativos, simplificando la generación de cuestionarios, unidades de aprendizaje, sesiones de clase, y promueven el apoyo en idiomas, haciendo accesibles los contenidos en lenguas originarias en un país multicultural como el nuestro. Asimismo, destacan los escenarios inmersivos y tutorías disponibles 24/7, que personalizan aún más la experiencia educativa y optimizan el aprendizaje autónomo de los estudiantes. Estoy convencido de que bien empleadas, estas herramientas permitirán a los docentes dedicar más tiempo a tareas estratégicas y pedagógicas que desarrollen competencias de orden superior, fortaleciendo así la calidad educativa.
Plan digital de una institución educativa: una necesidad para la integración de la IA
La integración efectiva de la IA en los colegios no solo depende de la disposición de los docentes, sino también del liderazgo estratégico de los directivos. Para garantizar una adecuada implementación, es fundamental diseñar, gestionar e implementar un Plan Digital de Centro que sirva como hoja de ruta para la transformación tecnológica.
Este plan debe partir de un diagnóstico institucional detallado, que contemple dos dimensiones fundamentales:
1. Dimensión organizativa: Incluye áreas como el liderazgo, la colaboración y las redes, la infraestructura y los equipos, y el desarrollo profesional. Estas áreas son esenciales para asegurar que los docentes cuenten con los recursos tecnológicos adecuados y las capacitaciones necesarias para integrarlos en sus prácticas.
2. Dimensión pedagógica: Aborda aspectos como el apoyo y los recursos disponibles, la implementación efectiva de la tecnología en el aula, las prácticas de evaluación y el desarrollo de la competencia digital en los estudiantes. Estas áreas deben estar alineadas con políticas claras que promuevan la integración de la IA en el aprendizaje de manera inclusiva y ética.
Un Plan Digital no solo facilita una transición ordenada hacia el uso de herramientas de IA, sino que también garantiza que su implementación sea efectiva y coherente con los objetivos estratégicos propuestos en el PEI y PAT de la institución educativa.
Como directivo, liderar este proceso implica no solo garantizar el acceso a tecnología, sino también promover una cultura de innovación y aprendizaje continuo en toda la comunidad educativa. Contar con un Plan Digital bien estructurado es el primer paso para transformar las instituciones educativas en espacios donde la tecnología y la pedagogía converjan para ofrecer una educación de calidad para todos.
Es fundamental que las instituciones educativas adopten una visión inclusiva y planificada, diseñando planes digitales que sirvan como guías claras para implementar las tecnologías de manera ética y efectiva. La formación continua de los docentes, el acompañamiento pedagógico y el acceso equitativo a los recursos tecnológicos son pilares esenciales para garantizar el éxito de esta transformación. Solo a través de una colaboración efectiva y una visión compartida será posible construir un sistema educativo más justo, innovador y preparado para enfrentar los desafíos del presente y del futuro.