Por el corredor de lo virtual
Durante el año 2020 y a raíz de la crisis generada por la covid-19, cerca de medio millón de estudiantes de colegios privados se habrían cambiado de colegios a otros de menor costo de pensiones y unos 150 mil de ellos terminaron en la escuela pública. Si bien uno de los principales factores para el cambio fue el económico, hay otro factor superimportante como son los sistemas de educación virtual que cada colegio ha implementado, un proceso que aún continuará en el presente año. Naturalmente, esta decisión afecta emocionalmente a los niños, por lo que los padres deben estar muy atentos y hacer de esta etapa un paso más seguro y llevadero.
Los recuerdos asociados a la experiencia escolar suelen ser, en muchos casos, los más felices en la vida de una persona. Lo ideal parecería ser haber estudiado muchos años en el mismo colegio. Pero a veces es preciso cambiar a nuestros hijos a otra institución educativa. La expectativa del niño no siempre es favorable, el temor al cambio y la incertidumbre de cómo será el trato que recibirá, tanto de los profesores como de los alumnos, crearán una ansiedad que no hará propicia esta nueva experiencia. Sin embargo, la actual situación con tantos cambios mostrará, por un lado, que su hijo no será el único alumno nuevo, y, por otro, que la virtualidad permitirá que su hijo siga sociabilizando con sus antiguos amigos, haciendo este cambio menos traumático.
Un hecho interesante es que la nueva modalidad de educación virtual ha emparejado el piso, de tal manera que los colegios, sobre todo en un inicio, no tenían una clara diferenciación. Al haber desarrollado sus sistemas de diversa manera, aun hoy podemos apreciar que un colegio cobra S/ 1500 con un sistema similar a otro cuya pensión es de S/ 600, por poner un ejemplo. Por ello, es muy importante evaluar el sistema de educación virtual del nuevo colegio, considerando que este año continuaremos con la educación virtual, pero que, además, en el futuro será incorporado de alguna manera al sistema de enseñanza/aprendizaje. Por otro lado, el desarrollo tanto de nuevas plataformas e-learning como de metodologías que desarrollen competencias digitales deben ser sopesados. Para que pueda profundizar más sobre este tema, estimado lector, en esta misma edición de la Guía puede encontrar un artículo al respecto titulado “Cómo evaluar la educación virtual”.
Una de las maneras de saber si la elección del centro educativo fue correcta es la relación que mantiene el niño con su casa de estudios, es decir, si disfruta del aprendizaje, si se siente a gusto con sus nuevos amigos o si participa entusiastamente de las actividades extracurriculares, lo cual implica pasar más tiempo en el colegio.
Algunos consejos
Conscientes, pues, de que ingresar a una nueva institución genera ansiedad, es bueno conocer el lugar antes de asistir, buscando si es posible una persona que sirva de nexo. He aquí algunas recomendaciones que se deben considerar a la hora de enfrentar el delicado proceso del cambio de colegio.
Explicar la decisión: Es importante que planteemos a nuestro hijo la causa del cambio en forma adecuada para su edad. Hay que dejar en claro, en todo momento, que la decisión es nuestra y no de él, pensando en su bienestar.
Amable despedida: Es altamente recomendable organizar una despedida con sus compañeros y profesores —lo cual afianza procesos de vinculación— así como establecer contactos telefónicos (o de otro tipo) con sus seres más cercanos, a fin de evitar la sensación de pérdida.
Padrino: Otra opción es plantearle al profesor una persona que lo “apadrine”, es decir, que acoja al niño y lo presente ante los demás.
Barajar opciones: El ingreso a un nuevo colegio implica una decisión entre varias opciones. Para ello, los padres deben elaborar una lista y analizar las cualidades y fortalezas de cada colegio. En esta Guía ofrecemos un artículo sobre cómo evaluar adecuadamente una institución educativa. En general, lo ideal es que el colegio se ajuste a la personalidad, habilidades y conducta del niño. Por ejemplo, si hay problemas de lenguaje, no se debe optar por un colegio bilingüe.
Un solo cambio: Es aconsejable no someter al niño o joven a otros cambios durante este periodo, pues la adaptación requiere de una atención especial y es necesario apoyarlo en su proceso de integración.
Cuota de confianza: Los niños tímidos requieren de educación personalizada y de una institución acogedora, pues los profesores deben invertir mayor tiempo en ellos y una buena disposición para guiarlos.
Recomendaciones finales
Muchos niños salen de estudiar y, por la tarde, continúan con clases particulares de diversas materias; sin embargo, a pesar de ello, tienen dificultades para llevar el ritmo del colegio. Las clases de reforzamiento deben ser solo para nivelarlos en ciertas áreas por un lapso, no de forma indeterminada.
Más de una vez, la exigencia del colegio determina que los padres saturen al niño con clases extras de los cursos que no les gustan, y los restrinjan o retiren de actividades de las que disfrutan y donde su desempeño es destacado; por lo que la autoestima del niño se verá dañada al sentirse inferior o menos que sus compañeros.
Si a su hijo le sucede más de algún caso contemplado anterior-mente, es momento de pensar en un cambio de colegio, pues estamos ante una oportunidad para que el niño se integre a un nuevo plantel en otras condiciones, donde le presten más atención a las disciplinas y actividades que le gustan, disfruta y destaca.