Prueba internacional ha permitido constatar que el nivel de la educación peruana ha tocado fondo y que no basta lo avanzado si queremos salir del hoyo. La situación es de extrema urgencia.

Una vez más no hemos pasado la prueba. Esta semana presentaron los resultados del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (Programme for International Student Assessment), más conocido como PISA, una prueba realizada el 2012 a jóvenes de 15 años que mide la comprensión de lectura, matemática y ciencias. El resultado: los últimos entre 65 países.

Este desastroso rendimiento se ha dado a pesar de que el Perú, en relación con la última prueba tomada el 2009 (se realiza cada tres años), ha tenido un avance notable en materia de lectura al registrar una mejora de 5.2 puntos anuales. No obstante, no alcanzó para salir del último lugar y nos ubica muy por debajo de la media establecida por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), que es de 494 para matemáticas, 496 para comprensión lectora y 501 para la ciencia.

En el otro extremo, el país con mejor promedio es China, que obtuvo más de 100 puntos por encima de la media en las dos primeras áreas, y 80 puntos más en ciencias. Los resultados en Latinoamérica fueron, al contrario, los más bajos de esta prueba (ninguno alcanza la media fijada por la OCDE), pero han sido evaluados localmente en función de sus pares regionales, y no de los países avanzados, salvo el caso de México, que si bien es el segundo con mayor calificación (413 puntos para matemáticas, 424 para lectura y 415 para ciencia), han enfrentado esta medición con realismo y han concluido que les tomará más de 25 años alcanzar el nivel promedio de los 34 países de la OCDE en matemáticas y más de 65 años en lectura, pues un estudiante mexicano con el más alto rendimiento apenas logra obtener el mismo puntaje que un alumno promedio en Japón, ubicado entres los diez países con mejores resultados.

Cabe anotar que la prueba PISA 2012 fue tomada a escolares de 65 países que representan el 80% de la población mundial. El rubro que despierta mayor atención es matemáticas, pues se la considera una materia que ayuda a predecir el futuro éxito de los alumnos después de la educación secundaria.

Latinoamérica
Los resultados no engañan: la educación en la región se halla por debajo del estándar promedio de la OCDE y parece ser que la relación entre ingreso per cápita y rendimiento no es determinante. Si bien el Perú y Colombia tienen el menor PBI per cápita de la región (US$10,076 y US$10,175, respectivamente), países como Qatar, que tienen US$72,849 de PBI per cápita, también figuran entre los últimos en educación.

Específicamente, el mejor resultado lo obtuvo Chile (puesto 51), seguido de México (53), Uruguay (55), Costa Rica (56), Brasil (58), Argentina (59), Colombia (62) y Perú (65). Los resultados van desde 423 puntos en matemáticas, 441 en lectura y 445 en ciencia, para el caso chileno; hasta, 368 en matemáticas, 384 en lectura y 373 en ciencia para nuestro país. En el caso de Argentina, sorprende el retroceso de 1.6 puntos anuales en comprensión lectora, para un país con una fuerte tradición literaria y hábito lector. El ciudadano argentino es uno de los que más libros consume en Latinoamérica, si no el más.

El informe de la OCDE señala que los alumnos fueron sometidos a evaluaciones en las que tenían que resolver problemas y observar si eran capaces de extrapolar sus conocimientos a situaciones de la vida diaria, es decir, medir lo que saben y lo que pueden hacer con sus conocimientos en aras de un aprendizaje significativo.
Asimismo, el informe revela que los países con la mejor puntuación ponen énfasis en la selección de los maestros, incentivan el trabajo en equipo y no dan tanta importancia a la enseñanza personalizada en tanto los docentes cuenten con autonomía.

Se supo, además, que el Ministerio de Educación había anotado que el Perú no tiene diferencias estadísticamente significativas con Indonesia, Qatar, Albania, Kazajistán y otros países evaluados. Por otra parte, la sorpresa del informe es la caída que experimentó el promocionado sistema educativo de Finlandia al puesto número 12.

Puesto Matemáticas Lectura Ciencias

Situación crítica
Para los especialistas, esta situación refleja el lento avance educativo y la indiferencia de gobiernos anteriores, por lo que solicitan un debate más profundo y que se priorice la educación inicial y primaria. No obstante, para el exviceministro de Educación Idel Vexler, la evaluación de PISA debe ser contrastada con el examen de la Unesco que se practicó en noviembre de este año, pues esta entidad toma en cuenta los currículos educativos de los países de la región, en tanto que PISA considera los niveles de aprendizaje de países desarrollados.

Por su parte, el ministro de Educación ha señalado que el resultado de PISA 2012 es una señal de alerta que dice que las mejoras en el sector son urgentes. Por ello, intensificarán las últimas acciones de la ministra anterior, Patricia Salas, en cuanto a capacitación docente e impulso a la Carrera Pública Magisterial, además de gastar la totalidad del presupuesto asignado a su sector, que para este año se ha previsto en 80%.

Otros especialistas han coincidido en que el bajo nivel de la docencia en el sector público determina los malos resultados en las pruebas internacionales, aunque cabe precisar que la extensión de este mal rendimiento a nivel regional, hablaría más bien de un problema que trasciende la escuela e involucra a la sociedad en su conjunto, en donde la capacidad de pensar y razonar, además de la animación a la lectura, han cedido paso a una actitud práctica que se preocupa por pasar rápido a la acción, en un imperativo de nuestra época, cuya fe en la ciencia y la tecnología es más bien por sus efectos, y no por sus causas. Mientras en una región con problemas por resolver las necesidades prácticas estén por encima del cultivo de un espíritu integral, los docentes y las familias, en su gran mayoría, tendrán que esperar un relevo generacional para lo cual las buenas intenciones del Estado no bastan en el corto y mediano plazo.

Esta dura realidad, que nos coloca muy debajo de países vecinos, tiene implicancias económicas importantes, principalmente en que la posición competitiva del país se debilita ya que la educación es el pilar en la formación de profesionales y técnicos. Revertir esta situación tomará muchos años, siempre que se realicen las correcciones adecuadas.

Finalmente, lo positivo es que esta noticia ha impactado y, como nunca, ha tenido eco en los medios de prensa, sector empresarial, redes sociales, y comunidad educativa, pero, sobre todo, cuando el Perú se encuentra con estabilidad económica, crecimiento sostenido y con un ministro de educación capaz de iniciar las reformas necesarias.